Cosas de la vida

El amor es la sensualidad que experimenta el ser humano al estar apasionado de algo al que podrá aferrarse toda su vida, con bajas y con altas, pero siempre con seguridad de tenerla y llevarla por senderos hasta llegar a las estrellas sin problema alguno.

Un soñador es el que ve más allá de sus expectativas, para darle razón al sentido de la vida, con respecto a la luz del día que incita a desarrollarse personalmente y a otras generaciones para guiarse por el viaje a los pensamientos del ser humano, día tras día. Nunca se llega al límite, siempre hay algo más. Soñador es aquel que lleva en su alma la fuerza, el poder de triunfar haciendo sus deseos realidad, solo al final por los caminos de la vida.

La vida se alimenta de la pasión de nuestros sueños cálidos y húmedos que hacen de nuestro ser, una piedra enorme lista para ser destruida por el sudor que emana la caída de nuestros deseos prodigiosos.

Deseos solo son largos caminos que hay que descubrir, por entumecidos ojos tapados por la oscuridad de la noche, para engrandecer los latidos del núcleo de la esfera, donde guiamos nuestras almas para estremecer nuestras maneras de ver el objetivo de la vida.